miércoles, 18 de noviembre de 2015

La Depresión, FINAL DE LA EDAD DE ORO.

La depresión comenzó debido a las competencias. Surgió alrededor de 1930. Hubo una menor afluencia de público en las salas de cine y los ingresos en taquilla descendieron un 25%. Esto obligó a los del sector a elaborar diferentes planes para afrontar la crisis. Algunos decidieron diferenciar sus ofertas. Se hacía programas dobles y triples, incluso los dueños de las salas intentaban atraer al público con regalos. Además, las cinco grandes compañías se vieron obligadas a reducir los salarios o a buscar nuevas fuentes de ingresos a través de la venta de refrescos, por ejemplo.


El comienzo de la Segunda Guerra Mundial supuso una reducción de los ingresos procedentes del extranjero. Aunque la guerra no se desarrolló en suelo norteamericano, en Europa, de donde las grandes obtenían una parte importante de sus beneficios, la situación impedía acudir a los cines.
En 1938 una administración presentó una demanda contra el monopolio que constituían las cinco grandes y las tres pequeñas. Tras ser acusadas de conspirar para determinar las condiciones contractuales de la distribución y la exhibición, en 1940 se vieron obligadas a acatar un sistema de normas reguladores de las prácticas comerciales.
 En 1944 el gobierno volvió a presionar a las cinco grandes compañías para que se desprendieran de sus circuitos de exhibición.
 Finalmente, en 1948, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó que la utilización simultánea de medios de producción, distribución y exhibición era ejercer actividades monopolísticas y que los estudios debían desprenderse de sus salas de cine. Es decir, el sistema que había hecho prosperar el sistema hollywoodiense no solo en Estados Unidos, sino en medio mundo, era desmantelado, lo que marcó el final de la “Edad de Oro” de los estudios de Hollywood.
A pesar de estas dificultades el sistema de estudios de Hollywood consiguió sobrevivir. Todas las sociedades cinematográficas superaron los años de la Depresión

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